Estos son algunos errores de pesca muy comunes que nunca debemos de cometer, principalmente, porque todos ellos dependen exclusivamente de nosotros. En la gran mayoría de los casos, estos errores de pesca están motivados por la dejadez o el olvido por parte del pescador.
Utiliza equipos adecuados. Utilizar un equipo para cada técnica sería lo deseable, pero si estás empezando y cuentas con un solo equipo, procura que esa primera caña sea lo más polivalente posible o al menos que se adapte a la manera en la vas a pescar mayoritariamente. Si es posible te sugiero que tengas diferentes bobinas para poder variar de línea dependiendo de la situación. El equilibrio es la palabra clave que debes de buscar en este campo.
Regular el freno correctamente. Calibra los frenos en base a tus gustos personales pero siempre ten un control sobre ellos durante toda la jornada de pesca. Al empezar cada jornada o también después de haber peleado un pez, son momentos en los que en muchas ocasiones olvidamos readaptar los frenos y eso se traducirá en peces perdidos. Actúa con lógica. Aprieta más o menos el freno de combate dependiendo del equipo, líneas, técnicas o el tipo de pez que buscamos.
Revisa regularmente la línea. Las líneas de pesca deben de estar siempre perfectas. Repasa las líneas con frecuencia, especialmente los últimos metros. Ante la mínima imperfección cortamos la línea, saneamos unos metros y volvemos a anudar. El tiempo que invertimos en este proceso a lo largo de una jornada compensa sobradamente lo que nos aporta el tener siempre las líneas en condiciones óptimas.
Utiliza nudos de confianza. Ten tus nudos de pesca de confianza. Para lograrlo entrena y pruebas con diferentes nudos en casa, hasta que tengas opciones suficientes para poder afrontar con garantías cualquier situación con la que podamos enfrentarnos. Es importante que tengas en cuenta que no todos los nudos se comportan de la misma manera con las diferentes tipos de líneas y grosores. Un nudo puede ser perfecto por ejemplo, para líneas de fluorocarbono y en cambio con un trenzado fallar.
