Para desarrollar la pesca vertical de una manera efectiva es fundamental hacerlo con un equipo que se adapte a nuestras necesidades.
Caña: Los modelos de casting nos van a ayudar a controlar mejor la caída del señuelo. Acción de punta o ligeramente progresiva pero no muy rígida. La potencia dependerá del tamaño y peso de los señuelos que vayamos a utilizar. Las cañas con una longitud contenida, nos van a permitir colocar el señuelo donde queremos y no salirnos del centro del haz que proyecta la sonda.
Carrete: Suficiente con que sea un modelo de recogida rápida o al menos media-rápida (6.3-7.0) y un buen freno de combate sobre todo si vamos buscando lucios o barbos por ejemplo.
Línea: Fluorocarbono o trenzado. El trenzado nos dará un extra de sensibilidad. Si los peces están comiendo mal, nos puede ayudar a detectar mejor las picadas. El fluorocarbono por el contrario, va a amortiguar mejor durante la pelea. En muchos casos pescar con trenzado y un bajo de fluorocarbono puede ser la opción más polivalente y efectiva.
Cabezas plomadas: Mejor buscar modelos bastante pesados aunque todo dependerá de la profundidad a la que vayamos a pescar. Podríamos hablar de un rango comprendido entre los 12 y los 40 gramos. Muy importante que el ojal por donde anudaremos la línea este mirando hacia arriba, esto nos permitirá realizar presentaciones totalmente horizontales.
Señuelos para pescar en vertical: Aunque hay muchas opciones interesantes en el mercado estas serían las tres opciones que nunca olvidaría.
– Pickies: A poder ser lo más naturales posibles y con mucha movilidad, siendo los tamaños comprendidos entre los 12 y los 15 centímetros los más polivalentes.
– Cucharas ondulantes: Interesante tener de diferentes pesos y diferentes tamaños para poder adaptarnos a la profundidad de los peces y ofrecer diferentes acciones.
– Lipless/Blades: Muy interesantes para determinados momentos. Mejor los modelos pesados y bastante compactos.