Si te sientes preparado, si por tu cabeza cruzan lucios gigantes de manera incesante y te gustan los grandes retos, puede que este sea un gran momento para que empieces a dibujar tu propio laberinto sin salida que quizás, algún día, te de la llave maestra para llevar a tu mano uno de esos lucios majestuosos que nunca podrás olvidar.
La vida de un pescador debe estar llena de retos personales. Cuanto más ambiciosos sean estos, mayor será la dificultad para alcanzarlos, pero cuando uno de estos se materializa, aunque entre medias haya habido muchos inalcanzables y el camino para alcanzarlo haya sido ciertamente duro y exigente, el pasado más amargo se convierte tan solo en parte del olvido menos trascendente.
Aunque siempre hay que aspirar a lo máximo, cuando hablamos de pesca, me atrevería a decir que es cuanto menos recomendable, que dichas metas a alcanzar vayan acordes y estén fundamentadas en base a la experiencia y sobre todo a los conocimientos con los que contamos para lograr el objetivo marcado. Es absurdo plantearte ciertas cuestiones o fijarte determinadas metas si no tienes un bagaje, un pasado o, simplemente, si de una manera objetiva no te sientes preparado para lograrlo. Es cierto, poder podrías hacerlo, la pesca es ocasiones es muy caprichosa y las casualidades fortuitas pueden darse pero lo más probable es que esa travesía este llena de frustraciones, días sin sentido y malos ratos.
Una actitud positiva y disfrutar de cada lance siempre es fundamental cuando tenemos un gran reto por delante; obsesionarse con los resultados puede acarrear muchas decepciones.
De cualquier modo, e incluso en el hipotético caso de que lo lograras, estaríamos hablando de cosas muy distintas; azar y fortuna contra recompensa buscada y merecida. El resultado final desde fuera podría parecer el mismo – un pescador eufórico posando con un gran ejemplar – pero detrás de esa pose, cada pescador sabe todas las odiseas, experiencias o aprendizajes que ha habido en el recorrido para que ese momento sea una realidad y, en consecuencia, sólo uno de ellos será capaz de valorar y apreciar cada uno de esos peces como merecen. Porque pescar puede pescar cualquiera pero no son tantos los que logran pescar sabiendo por qué lo están haciendo.
En esta entrega vamos a hablar sobre algunos aspectos cruciales y ciertas pautas que conviene tener siempre presentes y que en no pocos casos serán determinantes para lograr aprender y mejorar en cada jornada de una manera lógica y ordenada, algo que puede marcar en gran medida el resultado final de cualquier reto que nos propongamos.
