Dentro del periodo de la freza del lucio, hay tres etapas consecutivas que no necesariamente tienen que durar lo mismo, ni funcionar siempre de igual manera, pero para tomar una base como referencia, nos podría valer.
En la primera fase los lucios realizan los primeros desplazamientos desde las posturas invernales hacia cotas más someras con el fin de inspeccionarlas y ver que esconden. Los machos son los primeros en colonizar estos espacios aunque las hembras no tardaran mucho en aparecer siempre y cuando existan condiciones idóneas para acomodarse. En no pocas ocasiones estas no son tan visibles como los individuos del sexo contrario, al quedarse asociadas a estas zonas pero normalmente más alejadas de la orilla o en cotas un poco más profundas pero eso no significa que no estén ahí. En esta fase los machos suelen ser relativamente fáciles de capturar ya que aún no están activos sexualmente y necesitan alimentarse para poder aguantar las exigentes semanas que tienen por delante.
Los machos en este periodo suelen mostrarse muy agresivos, especialmente con los inquilinos que pueden suponer una amenaza para la futura puesta.
Una vez que una zona ofrece todo lo que necesitan los lucios en este momento – básicamente, comida y áreas próximas con las características necesarias para realizar las puestas – los lucios se asientan en estas extensiones hasta que llegue el momento de frezar. Este es posiblemente el gran momento para conectar con un gran ejemplar, aunque eso no quiere decir que ni todos los peces del lugar estén alimentándose, ni que a todas las horas la actividad sea intensa. Habrá algunos días especiales en los que las hembras se coloquen próximas a la orilla y coman con descaro pero estos serán la minoría. Un día puede ser diferente al anterior y completamente desconcertante al siguiente. Las condiciones, la estrategia desarrollada o la zona elegida serán claves para obtener buenos resultados de manera regular.
No buscamos la casualidad, queremos vernos las caras con ejemplares de calidad de manera regular.
Pasado un tiempo más o menos largo la llamada por perpetuar la especie inunda todos los rincones y a partir de ese momento la mayor parte de los ejemplares se centran prácticamente en exclusiva en las labores de la procreación. Cuando los lucios están frezando es prácticamente imposible que reaccionen ante nuestros engaños. ¿Nuestro consuelo? Ya lo indicábamos anteriormente, ni todos los lucios frezan al mismo tiempo, ni las diferentes zonas del embalse van al mismo ritmo.
** LUCIOS GIGANTES EN FREZA. Parte 1
