Para pescar adecuadamente con crankbaits y por consiguiente, lograr una efectividad razonable en acción de pesca, es prácticamente indispensable contar con una caña y un carrete indicado para trabajar este tipo de señuelos, sin olvidarnos por supuesto de la línea, teniendo esta un papel determinante con esta técnica.
La caña que vamos a utilizar debe de contar si o si con una acción parabólica o lo que es lo mismo, regular, que flexe prácticamente desde la punta hasta la empuñadura. Esta acción tan peculiar ayuda a endulzar todas las secuencias que se van a desarrollar en acción de pesca, tanto la recogida, permitiéndonos sentir mejor la acción del señuelo y reducir la fatiga, como en el momento de clavar y el posterior combate, evitando en muchos casos que en la primera acción le saquemos el señuelo al pez de la boca y durante la pelea perder más capturas de la cuenta por desgarros o en los saltos.
Además, es importante que tenga una longitud considerable, de al menos 7 pies, que nos ayudará mucho a la hora de lanzar los señuelos a grandes distancias, algo transcendental cuando estamos pescando con crankbaits.
El carrete es algo más personal, pero si tuviera que elegir siempre iría hacia carretes lentos con un ratio entorno al 5.0 salvando algunas excepciones, en momentos puntuales, dónde una recogida más rápida o agresiva podría aconsejar carretes un poco más rápidos.
En cuanto a la línea de pesca o sedal a utilizar, para empezar descartaríamos las líneas trenzadas por tener unas características completamente opuestas a lo que buscamos. A la hora de decantarnos por monofilamento o fluorocarbono dependerá en gran medida de la caña que vayamos a utilizar pero por norma general, yo siempre me decantaría por el fluorocarbono salvo en el caso de que estemos utilizando un equipo que no sea específico para pescar con crankbaits o que en su defecto no tenga una acción medianamente parabólica.
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