La pesca de luciopercas crea numerosas controversias a su alrededor, o la amas o la detestas, no suele haber términos medios. En Centroeuropa, por ejemplo, donde saben apreciar todas las bondades que van ligadas a su pesca, es sin lugar a duda, una de las especies más deseadas. En cambio aquí, en España, hay un porcentaje de pescadores que prefieren centrarse en el black bass o el lucio, posiblemente porque no la conozcan lo suficiente o porque no han tenido la oportunidad de pescarlas en escenarios donde abunden y exista la posibilidad de hacerse con ejemplares de calidad.

Las luciopercas realizan desplazamientos continuos, pueden ser caprichosas o agresivas en ocasiones y casi siempre se muestran exquisitas a la hora de comer. Es cierto que una vez prendidas del anzuelo no ofrecen una batalla tan enérgica como otras especies pero su pesca tiene otras muchas cosas que enganchan como la que más. Tenemos el privilegio de pescar en varias masas de aguas donde abundan y por las que nadan ejemplares realmente grandes con un tamaño medio muy por encima de la media. Uno de los muchos encantos que tiene su pesca, son los constantes cambios que se producen en el comportamiento o la actividad de la totalidad de la población a lo largo de todo el año. Esto obliga a estar adaptándote continuamente a sus movimientos y cambios de estado y, al mismo tiempo, nos permite pescarlas con casi cualquier técnica y señuelo que se nos ocurra.

Desde luego, este es un buen momento para dejar a un lado falsos mitos y más de un tópico absurdo. Si lo haces, vas a poder apreciar todo el encanto que tiene la pesca de luciopercas y estamos seguros que no te podrás desenganchar.